¡Hola!
¿Cómo están? Nosotros, saliendo de algunas crisis de salud. Y todavía con muchísimo calor. Pero muy contentos de saludarles una vez más.
Este es nuestro boletín mensual (completamente gratuito, como siempre) y provisto de noticias, invitaciones y pelitos de gato.
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Este mes en YouTube
Los programas en vivo que tenemos planeados para el mes de junio de 2024 son los siguientes:
4 de junio: Franz Kafka, a 100 años de su muerte (porque hoy, 3 de junio, es el aniversario exacto)
11 de junio: Mariana Enríquez, maestra del terror (invitado especial: Manuel Barroso)
18 de junio: Les Luthiers, humor y música (¡ahora sí!)
25 de junio: #Escritura2024 - Cómo crear personajes imposibles (por única ocasión, a fin de mes)
Las direcciones particulares de cada video aparecerán en nuestras redes y en el canal de YouTube.
Cosas por venir
Raquel va a abrir un taller en línea (se lo han estado pidiendo desde hace tiempo) y tiene en su sitio una encuesta: ¿qué día y hora sería más conveniente para las personas que quisieran participar? Si esto les interesa, asómense a esta página y dígannos qué les convendría más.
¡Una novedad! El libro que Raquel tiene en las manos es una antología de cuentos de miedo en inglés en la que ambos participamos. Acaba de salir y se titula Why Didn’t You Just Leave (“Por qué no nomás te fuiste”, digamos). En todos los cuentos hay personajes que viven en una casa u otro espacio embrujado… pero no se van. Cada autora o autor se plantea de modo diferente qué podría llegar a alguien a permanecer en un sitio así. El libro está publicado por Cursed Morsels, una editorial independiente de los Estados Unidos, y está coeditado por Nadia Bulkin y nuestra amiga Julia Rios, a quien agradecemos muchísimo. (Nuestros dos cuentos se escribieron expresamente para ser publicados en inglés, y son totalmente nuevos: no han aparecido todavía en castellano.)
Finalmente, Alberto tiene una nueva presentación de su libro La ciudad imaginada. Último Mix. Esta vez será dentro de la Feria Internacional del Libro de Coyoacán: la cita es el miércoles 12 de junio a las 20:00 horas, en el Jardín Hidalgo de Coyoacán en la ciudad de México, en el foro Jorge Ibargüengoitia.
(Como siempre, si aparecen más eventos de manera imprevista, los estaremos promoviendo en nuestras redes sociales y en los programas de YouTube.)
Qué estamos leyendo
Raquel — Antier terminé Temblor, de Rosa Montero, el libro del que les hablé en esta sección el mes pasado. Me gustó mucho y me dejó una sensación de nostalgia, sobre todo por el personaje de Agua Fría, que me acompañó durante tantas semanas. Cuando lo acabé, tenía la leve esperanza de que hubiera una continuación, pero no hay tal. Ni modo. Habrá que pasar a otra cosa, y en lo que decido la nueva lectura me estaré algunos días con Cosmología esencial, una antología del poeta malagueño Rafael Pérez Estrada (1934 – 2000). Desde que me lo regaló en 2002 Fran, un querido amigo, lo he releído varias veces, y en cada ocasión me sorprende más por su belleza inclasificable. Veo que es un libro muy difícil de encontrar, caray. No debería ser así.
Alberto — Después de haberla dejado por un tiempo (por despiste, más que por otra cosa) estoy retomando Pastoral Americana (1997), una novela del escritor estadounidense Philip Roth. Es la historia de Seymour “el Sueco” Levov, un ex deportista y hombre de negocios que presencia los levantamientos sociales en los Estados Unidos durante los años sesenta. Su vida y su familia entera se derrumban cuando su única hija, Meredith, comete un atentado terrorista. Todo lo anterior se sabe desde las primeras páginas: en ellas, el narrador de la historia (Nathan Zuckerman, un personaje inventado por Roth que es escritor como él y aparece en varias de sus obras) se entera de la muerte del Sueco y de lo que provocaron las acciones de Meredith, por lo que decide escribir una reconstrucción de la vida de ese hombre que apenas conoció. La novela ganó el premio Pulitzer y es la primera de una trilogía, que sigue con las novelas Me casé con un comunista (1998) y La mancha humana (2000). En 2016 se estrenó la versión cinematográfica: el debut como director del actor Ewan McGregor.
La película del mes
Supimos de la película inglesa Ana de los mil días (Anne of the Thousand Days, Charles Jarrott, 1969) por un comentario de María Luisa Gallegos, la esposa del papá de Raquel. Hace años, ella nos contó que la había visto en la televisión cuando era adolescente. Apenas ayer, literalmente, pudo disfrutarla por segunda vez, debidamente subtitulada, gracias a una copia que consiguió Raquel. Y qué sorpresa nos dio a nosotros: qué maravilla de película.
Es un drama histórico, de esos por los que el cine y la televisión ingleses son justamente famosos. La historia gira alrededor de Enrique VIII, rey de Inglaterra, y su relación (de aproximadamente mil días de duración) con Ana Bolena, una joven noble de la que se “enamora” a pesar de que estar ya casado con Catalina de Aragón. Como ésta no le ha dado hijos, y él desea un heredero varón, Enrique intenta anular su matrimonio para casarse con Ana. Esto lo lleva a embarcarse (animado por la misma Ana y por Thomas Cromwell, un político sin escrúpulos) en una serie de acciones que cambian por completo a Inglaterra, incluyendo su separación de la Iglesia Católica, la fundación de la Iglesia Anglicana, la incautación de las riquezas de los monasterios ingleses (para engrosar la fortuna personal del rey) y la ejecución de cualquier persona que se oponga a sus deseos. Al final, la misma Ana es ejecutada, aunque no antes de haber dado a luz a una niña llamada Isabel, quien será (por supuesto) Isabel I de Inglaterra, la reina más famosa y celebrada de la historia de ese país. De Enrique, en cambio, sabemos que pasó a la historia como un déspota, obsesionado con alcanzar el poder absoluto no solamente sobre una mujer sino sobre todos sus súbditos, defendiendo de la idea del “derecho divino” de los reyes. (Y que se casó y se divorció varias otras veces.)
El guión está basado en una obra de teatro de Maxwell Anderson y fue hecho por Bridget Boland (una distinguida escritora irlandesa) y John Hale. La mano de Boland, pensamos, se ve en que el personaje de Ana es muy complejo, constantemente en conflicto entre su ambición y sus deseos de independencia, y también en que Enrique se revela como un macho inseguro de sí mismo, enormemente tóxico (diríamos en esta época) e incapaz de soportar que alguien le diga la verdad a la cara. Se parece mucho, por desgracia, a muchos hombres encumbrados de nuestra propia época. Las actuaciones de Genevieve Bujold como Ana y Richard Burton como Enrique son extraordinarias: son dos grandes actores en plenitud de sus fuerzas.
A fines de enero me quedé parcialmente sorda. No sé si fue algo gradual, pero un día simplemente me di cuenta de que no escucho prácticamente nada con el oído izquierdo. En marzo me hice a la idea de que no se me iba a quitar súbitamente, como si fuera un mal sueño, así que fui con un otorrino. Descartó que el oído estuviera tapado o que hubiera una infección. Me mandó hacer una audiometría tonal y una logoaudiometría, que me realizaron a principios de abril. Así me di cuenta de que parte de mi funcionalidad se debe a que miro los labios de la gente que me habla (porque cuando la doctora que me hizo la prueba se ocultó de mi vista, escuché menos que cuando la miraba de frente). Volví con el otorrino, que descartó una otoesclerosis y que me mandó hacer una tomografía. Tengo la cita para mañana en la tarde. No sé qué va a pasar después y, acá entre nos, estoy preocupada. Tengo la costumbre de hacer revoltura de preocupaciones, así que me preocupan muchas cosas a la vez, desde la manera en que va cambiando el propio cuerpo con el paso de los años (por ejemplo, que ya necesito lentes progresivos; otro ejemplo, que el mes pasado, además de lo del oído, tuve una lesión lumbar muy molesta) hasta la forma en que este problema para escuchar afecta mi manera y mi interés para interactuar con la gente; pasando, claro, por la frustración de enfrentar cosas que no puedo controlar y por la preocupación de cuánto dinero más habrá que gastar en estudios y tratamientos y así. Por otra parte, me sorprende la resiliencia del cuerpo: ¿conque ya no escuchas con el oído izquierdo? Pues en automático empiezas a leer labios. ¿Te duele la cintura al inclinarte? De pronto te descubres haciendo movimientos distintos para seguir adelante con tus actividades. De verdad, qué noble hardware tenemos. Habría que tratar que el software de esta máquina de carne esté siempre a la altura. Y darle mantenimiento preventivo a ambos de forma regular, antes de que algo se rompa definitivamente, porque se me hace que hace ya un buen rato que expiró la garantía. (Cuídense, no se acostumbren a sentirse mal y no aplacen sus tratamientos. Aprendan de mis errores, jiji).
Ayer tuvimos elecciones en México. Ni a Raquel ni a mí nos gusta hablar de política en nuestras publicaciones en línea (incluyendo esta), pero desde hace semanas tenía la intención de contravenir esa regla no escrita por una vez. Porque desde hace semanas, mientras las campañas continuaban, la gente se peleaba en redes sociales y (horriblemente) decenas de candidatos a puestos locales eran asesinadas por bandas criminales, ya estaba clarísimo que, pasara lo que pasara, México iba a tener —por primera vez en sus 200 y pico de años de historia como nación independiente— una mujer como presidenta. Iba a ser o Claudia Sheinbaum o Xóchitl Gálvez, respectivamente de la coalición formada alrededor de Morena, el partido en el poder, y de la principal coalición de oposición. Según todas las encuestas, ya era inevitable. Y algo así no era poca cosa entonces, ni lo es ahora.
¡Una mujer presidenta! Como decía el antiguo meme (o chiste), eso no lo ha tenido ni Obama. Sin importar la preferencia política de cada persona, lo que se ansíe o se tema ahora del futuro a causa de esa preferencia, ayer se confirmó un acontecimiento histórico para mi país. No es poca cosa, repito: en México las mujeres tuvieron derecho a votar apenas en 1953. Mi mamá ya era adolescente en ese año. Y ya sabemos que hemos seguido viviendo en un ambiente desigual, con mucha violencia contra las mujeres. Generaciones enteras vivieron y murieron en México sin creer que una mujer podría romper jamás ese “techo de cristal”. Yo me voy a quedar, como mínimo, con la certidumbre de que una cosa ha cambiado definitivamente, y que ha cambiado para bien.
Y el gato del mes es…
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¡Muchas gracias y hasta pronto!
—Alberto y Raquel
Qué rápido pasa el tiempo, y ya es el mes 6. Estoy emocionada por los temas de los vídeos de este mes. Ojalá algún día se animen a hacer un especial sobre su librero, cada transmisión veo algo distinto, y me intriga, jeje.
¡Enhorabuena por la publicación! Qué talentosas son, ahora deberé practicar el inglés para leerles, jeje.
Querida Raquel, no me puedo imaginar por los nervios que has pasado en los últimos meses respecto a tu salud. A veces, se junta todo, ahora toca cuidar y mimar tu cuerpo para que esté bien.
Deseo de todo corazón que tu salud vaya hacia mejor y que tu cuerpo no deje ser resistente. Te mando ánimo para enfrentar lo que viene y, un abrazo muy afectuoso. 🤗
¡Me emociona mucho saber que darás un taller! Espero poder tomarlo 🤞🏾
Espero poder ver a Alberto en la FILCO.
Abrazos fuertes y nos vemos los martes. 🥰
Abrazo a ambos y gracias por todo lo que comparten siempre.