¡Hola!
¿Cómo están? Aquí en la ciudad de México, luego de la ola de calor, está llueve que llueve. Este es nuestro boletín mensual (completamente gratuito, como siempre) y provisto de noticias, invitaciones y fotos de gatitos.
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Este mes en YouTube
Los programas en vivo que tenemos planeados para el mes de agosto de 2024 son los siguientes:
6 de agosto: #Escritura2024 — Cómo escribir ensayo
13 de agosto: El corazón de la Vía Láctea (¡y el cumpleaños de Raquel! (shhh))
20 de agosto: Tonke Dragt, escritora (1930-2024)
27 de agosto: Cyberpunk, a 40 años de Neuromante de William Gibson
Todos los programas serán a las 21:30 horas, tiempo del centro de México. El archivo completo de nuestras transmisiones y videos está disponible en el canal de YouTube.
¡Exlibris!
En nuestro programa acerca de cómo empezar una biblioteca personal, Raquel y yo invitamos a los espectadores a que nos mandaran sus exlibris: sellos o calcomanías con los que personalizan sus libros. Varias personas nos respondieron… y no pudimos encontrar todas las imágenes que nos mandaron la noche del programa. ¡Lo sentimos mucho! 🙈
Sin embargo, sí recuperamos dos exlibris, que pueden ver a continuación. Y si nos mandan los suyos (por ejemplo, respondiendo a este correo electrónico) los podremos compartir aquí en futuros boletines. ¡Les invitamos a hacerlo!


Cosas por venir
Hace dos semanas se estrenó El corazón de la Vía Láctea, una nueva historia juvenil de Raquel en formato de podcast, que puede escucharse gratuitamente en Spotify. Un nuevo capítulo aparece cada lunes. ¿Ya la escucharon? Aquí está.
Este mes, al parecer, no estaremos saliendo mucho, pero el sábado 24 de agosto estaremos en la FUL, la Feria Universitaria del Libro, en Pachuca, Hidalgo. Aquí están los detalles:
10:00 Presentación de Playlist, el nuevo libro de cuentos de Raquel.
18:00 Presentación de La ciudad imaginada. Último mix, el libro de cuentos de Alberto.
Además, Alberto participará en una charla en la FILUNI, la feria del libro universitario de la UNAM, el 28 de agosto a las 12:00 del día. La charla será acerca de los 10 años del programa Universo de Letras. La FILUNI se llevará a cabo en el Centro de Exposiciones y Congresos UNAM, ubicado en Avenida del Imán No. 5, Ciudad Universitaria, en la ciudad de México.
Qué estamos leyendo
Raquel — Acabo de empezar Hex, de Thomas Olde Heuvelt, porque vi que alguien lo recomendaba muchísimo en extuiter. Nada más que la traducción al español no es del original holandés sino de la traducción que se hizo del holandés al inglés. Ya desde ahí vamos un poquito mal, porque se pierde precisión. Y encima, está traducido al madrileño, que no es mi dialecto del español favorito (sí, prefiero el español latinoamericano neutro). Así que no he podido avanzar como me gustaría. Pero seguiré intentando. La persona que lo recomendaba decía que le había dado tanto miedo que tuvo que dejarlo de leer una noche para seguir a la luz del día, y eso me genera expectativas muy altas. Ya les contaré si se cumplen o no.
Alberto — Estoy leyendo Nosotros iniciamos el incendio de Juan Mendoza, escritor y periodista mexicanas, cuyos artículos y reseñas musicales han aparecido en muchas publicaciones subterráneas y contraculturales de por acá con su nombre, o bien con el seudónimo de Juanito Podrido (puntos extra para quien sepa de dónde viene). Este libro suyo es de crónicas: conciertos de todo tipo, contados desde el punto de vista de una persona que ha pasado la vida alrededor de la música, y que lo mismo puede querer oír a los Rolling Stones que a Los Esquizitos o Los Tigres del Norte. Nunca había leído un libro así y va muy bien. (Por cierto, él y Alfonso Morcillo nos entrevistaron hace poco en el podcast NoMuyPunx, que se puede escuchar en esta página.)
La película del mes
Otra vez tuvimos una sorpresa proveniente del cine del siglo pasado: All That Jazz (1979, conocida también como El show debe continuar), dirigida, coescrita y coreografiada por Bob Fosse (1927-1987).
Fosse fue conocido primero como cantante, actor y, sobre todo, gran coreógrafo de obras musicales en los Estados Unidos, con muchos éxitos en Broadway y en televisión así como varias películas. En la actualidad, su obra más recordada debe ser Chicago, que fue llevada al cine algún tiempo después de su muerte y se ha puesto en muchas ocasiones. All That Jazz se basa parcialmente en la vida real de Fosse, quien sufrió un infarto durante la producción de Chicago. Su personaje central es Joe Gideon, un coreógrafo que sufre un infarto mientras intenta poner una obra en Broadway. Interpretado por Roy Scheider (un actor que hasta entonces tenía reputación de “tipo duro” y aprendió a cantar y bailar para el papel), Gideon es un artista obsesionado con su trabajo, perfeccionista hasta un grado enfermizo pero capaz de forzarse a sí mismo, y a sus repartos, hasta crear números musicales impresionantes. Gideon no se repone del infarto, y espera morir mientras todos sus errores y los males que causó en su vida regresan a él en enfrentamientos con su ex esposa, sus muchas amantes, su hija, sus productores, sus músicos y compositores. La película no lo pinta como un personaje virtuoso ni siquiera muy agradable: es un poco un monstruo, y en eso se parece a los protagonistas de otras películas donde autores famosos se retratan a sí mismos en medio de su trabajo, como Stardust Memories de Woody Allen (1980) o la gran 8 1/2 de Federico Fellini (1963). Pero, como aquellas, All That Jazz muestra también los sueños de Gideon, sus aspiraciones y sus tormentos, en especial mientras agoniza: su muerte se convierte en un gran número musical en el que pide perdón, logra un último gran éxito y se despide de la vida.
La frase “all that jazz” puede ser interpretada literalmente (todo ese jazz, toda esa música), o de forma metafórica: “todo eso”, las cosas importantes y las triviales, aquello que se acumula y forma una existencia.
La película tiene un trabajo de edición impresionante, semejante al del cine documental, pero que alterna la realidad y el mundo de los sueños; es obra de Alan Heim y una de las marcas del cine de Fosse como director. All That Jazz obtuvo cuatro premios Oscar y la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
Con demasiada frecuencia sueño que estoy de vuelta en la escuela. El argumento general del sueño depende del nivel escolar: si es la secundaria, casi siempre se trata de que estoy de visita y comienza a temblar; si es la universidad, que tengo que conseguir mi historial académico para ver cuántas materias debo e intentar pasarlas antes de que mi papá lo descubra. Curiosamente, nunca me sueño en la primaria o en la prepa, quién sabe por qué.
Siendo sincera, el sueño de la secundaria me gusta más que el otro, sobre todo porque tiene variantes simpaticonas. Por ejemplo, a veces, en vez de terremoto, lo que hay es una inundación o un ataque terrorista. Una vez fue un ataque de dinosaurios (no, no me acuerdo qué cené aquella vez) y en varias ocasiones ha habido ovnis, fantasmas o zombis. Lo que suele repetirse sin importar la amenaza es que no podemos salir del colegio y que hay que encontrar la forma de sobrevivir a la amenaza entre las ruinas. Para ser sincera, cuando tengo esos sueños despierto de buenas porque son emocionantes y siempre sobrevivo. Y también porque de inmediato me queda clarísimo que nada de aquello ocurrió en la vida real. En cambio los otros, los que tienen como escenario la universidad, son verdaderas pesadillas. No hay ovnis, dinosaurios ni zombis. En cambio, no encuentro mi credencial de la escuela o no me acuerdo qué día tengo que tramitar mi horario o me entero de que tengo un examen final en media hora y ni siquiera sé de qué materia es. Para peor, luego despierto con la sensación de que todo fue cierto y tardo un buen rato (¡a veces son días enteros!) en recordar que no es así.
Alguna vez me puse a buscar el significado de mis sueños, pero no encontré una respuesta satisfactoria. Un manual medio esotérico decía que soñar que se caen los dientes significa muerte, soñar agua es lágrimas, agua puerca sería enfermedad y soñar excremento presagia dinero. Pero no decía ni una palabra sobre exámenes, trámites universitarios ni credenciales perdidas. Tampoco sobre dinosaurios, ahora que lo pienso. En todo caso, lo que realmente quisiera no es tanto saber qué significan esos sueños recurrentes sino cómo dejar de tenerlos. ¿Alguna sugerencia?
Por lo general, siempre estoy trabajando en varios proyectos a la vez. Creo que una forma de evitar o atenuar lo que a veces se llama el “bloqueo creativo” es no insistir en un proyecto en el que no avanzamos, y tratar en cambio de hacer alguna otra cosa. La mente puede regresar luego al problema con menos tensión, con nuevas ideas. A mí me funciona. Sin embargo, aunque quisiera poder decir que mis distracciones son caminar, oír música, leer, casi siempre acabo por pasar solamente de un trabajo a otro. La vida de quien trabaja por su cuenta es ardua y casi siempre inestable, así que la preocupación por “no quedarse sin nada” es constante.
No digo esto para quejarme: sería mucho peor tener que trabajar en algo que no me gustara, o que de plano detestara, como por desgracia deben hacer muchas personas. Más bien es que ahora, precisamente ahora, acaba de pasarme algo inusitado: estoy atorado, pero no por mi culpa, sino porque un proyecto en el que estaba muy concentrado se ha detenido por razones ajenas a mí.
Y de pronto no sé qué hacer.
Confío en que ese proyecto volverá a ponerse en marcha, y en que llegará a dar frutos tarde o temprano (no les puedo contar todavía qué es). Sin embargo, justamente hoy me siento como si no tuviera ningún otro pendiente. No es cierto, de ninguna manera, pero hay una especie de vacío, de confusión a la que no estoy acostumbrado. Tengo todavía en la cabeza los personajes, las situaciones, las dificultades con las que he estado peleando durante todo lo que va del año. Precisamente cuando lo mejor es hacer una pausa, me cuesta mucho quitármelas de encima. Esto no es un “bloqueo” y no sé cómo manejarlo.
¿Me pongo a ver una película? Raquel me consiguió Perfect Blue de Satoshi Kon, a la que le tengo ganas desde hace tiempo. ¿Salgo a dar una vuelta por las partes transitables de mi barrio? ¿Me pongo a limpiar un poco el departamento? ¿Me sigo con la lectura de Juanito Podrido?
Al final me he puesto a preparar el boletín que están leyendo, pues ya hacía falta hacerlo y mandarlo. La tarea implica redactar esta nota y la del libro que ya mencioné, crear y programar las transmisiones en vivo por YouTube, reunir las noticias de nuestros próximos eventos, rescatar alguno que se nos había pasado, escribir acerca de Bob Fosse y All That Jazz (este mes me tocó a mí la recomendación de cine) y colocar también lo escrito por Raquel. Y más.
Y de todas maneras ahí está esa historia pendiente, dando vueltas en la cabeza, mientras escribo estas palabras. Ah, qué día tan extraño.
Y el gato del mes es…


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¡Muchas gracias y hasta pronto!
—Alberto y Raquel