¡Hola!
(Aquí seguimos, y andamos bien, ¿cómo están ustedes?)
Les saludamos una vez más desde el servicio Substack, al que nos cambiamos el mes pasado. Lo hicimos porque seguían llegando nuevas suscripciones y ya no cabían más en el servicio anterior. ¡Muchas gracias por animarse a acompañarnos!
Una vez llegados aquí, resultó que esta plataforma es mitad blog y mitad lista de correo, y se puede publicar en ella de maneras más diversas que antes. Entre otras cosas, ciertas publicaciones pueden ofrecerse gratis y otras por un pago mínimo. Decidimos probar estas características y tener varias publicaciones diferentes en la misma lista de correo. En este momento, esas publicaciones son:
Este boletín: aparece el último viernes de cada mes, siempre gratis.
Ejercicios de escritura creativa de Alberto: aparecen cada lunes, con un ejercicio gratuito y los demás de paga.
Artículos de Alberto y de Raquel: textos que estamos recuperando de nuestros archivos, para darlos a conocer un poco más. Estos aparecerán más o menos cada quince días e irán variando (es decir, algunos serán de paga y otros no).
¿Qué les parece? Si tienen cualquier pregunta o comentario acerca de lo que estamos enviando a sus buzones, por favor no dejen de escribirnos. Pueden hacerlo en cualquiera de nuestras redes sociales, en la aplicación de Substack o respondiendo a este correo.
Este mes en YouTube
Los programas en vivo que tenemos planeados para el mes de octubre son los siguientes:
3 de octubre: #Escritura2023 — Lectores y lectoras beta
10 de octubre: Arte y política
17 de octubre: no habrá programa (¡andaremos fuera del país!)
24 de octubre: Sor Juana Inés de la Cruz
31 de octubre: ¡Cuentos de miedo!
Las direcciones particulares de cada video aparecerán en nuestras redes y, por supuesto, en el canal mismo.
Más cosas por venir
El mes pasado les dijimos que venía una sorpresa, y aquí está: ¡vamos a tener libros nuevos!
Primero, la editorial argentina SB publicará libros de cuentos escritos por Raquel y por Alberto.
El de ella se llama Playlist y es una colección de historias que giran alrededor de diferentes canciones, que marcan de varias formas las vidas de sus personajes. Y estos personajes son de los que aparecen en Ojos llenos de sombra, la primera novela de Raquel. Quienes la hayan leído se acordarán tal vez de Mario, de Ofe, de la Roja y otros más en el mundo de Atari, la protagonista. Cada uno tiene aquí su historia.
En cuanto a Alberto, su libro es La ciudad imaginada. Último Mix. Es una colección de cuentos que ha sido publicada en varias presentaciones: diferentes “mezclas” con cuentos diferentes en cada caso. La edición original apareció en México en 2009, y después han venido la peruana (Nightmare Mix, 2013), la ecuatoriana (Metro Mix, 2017) y la boliviana (Cartonero Mix, 2021). Este es uno de los cuentos que aparece en el más nuevo mix, que además será (en efecto) el último.
¡Estén pendientes para saber más de estas publicaciones!
Todavía más cosas por venir
¡Nos vamos a la Feria Internacional del Libro de Monterrey! Entre el 12 y el 13 de octubre nos van a encontrar allá en una buena cantidad de eventos. Pueden encontrar más detalles en el sitio de la Feria, pero lo esencial es esto:
12 de octubre
9:00 hrs — Alberto Chimal: Cómo leer el mundo — Auditorio A
11:30 hrs — I Congreso de Literatura Infantil y Juvenil: Cuando las etiquetas estorban: ¿la LIJ necesita legitimación? Charla con Alberto Chimal, Verónica Murguía y Francisco Hinojosa — Auditorio C
17:00 hrs — I Congreso de Literatura Infantil y Juvenil: Masterclass escritura de literatura juvenil: Raquel Castro — Salón 105
20:00 hrs — Presentación de La visitante — Auditorio E
13 de octubre
10:00 hrs — Raquel Castro: Los temas prohibidos — Auditorio B
14:00 hrs — I Congreso de Literatura Infantil y Juvenil: Escribir para niños y jóvenes en la época del corrido tumbado. Charla con Raquel Castro, Jaime Alfonso Sandoval y Bernardo Fernández Bef — Auditorio C
17:00 hrs — Mexafuturismo: de la ciencia ficción que se escribe en México. Charla con Alberto Chimal, Cecilia Eudave, Andrea Chapela y Gerardo Horacio Porcayo — Auditorio C
¡Y luego nos vamos a Kansas!
Del 17 al 20 de octubre estaremos en la Kansas State University, participando en varios eventos incluyendo un taller y una charla sobre inteligencia artificial en la literatura.
Y finalmente…
Raquel estará el 25 de octubre en la FES Aragón a las 12:00 horas, dentro del programa “Los fabuladores y su entorno” que organiza la UNAM. En la charla, ella hablará sobre su trabajo, y en especial sobre su libro El ataque de los zombis (parte 1,500).
Y el 30 de octubre, Alberto estará en la Librería Carlos Fuentes de Guadalajara, Jalisco, dentro del ciclo “De cerca con…”. La charla será acerca de historias de terror y de su trabajo en particular. La hora no está confirmada pero creemos que será a las 18:00.
Qué estamos leyendo
Raquel — Ahora que bajen un poquito más en el boletín, podrán enterarse de un libro que estoy leyendo; pero como no me gusta ser repetitiva (si lo soy no es por gusto, je), acá les voy a hablar de otro, que recién acabé hace un par de semanas: la novela Los desesperados, de Joselo Rangel, publicada en 2018. Si les gustan las historias llenas de rock, artistas extravagantes y drogas, no esperen y corran a leerla. Pero si además les gusta asomarse a una imaginación fresca y juguetona… uff, amistades: se están tardando. (Como pueden ver, el libro me súper encantó).
Alberto — A mí me dio por repasar un libro: Nostalgia, una novela en tres partes del escritor rumano Mircea Cărtărescu. No son muchos los libros que merecen una relectura, pero este es uno de esos pocos. La obra de Cărtărescu es de gran calidad (actualmente se le considera candidato al Premio Nobel) y a la vez tiene muchas cosas que me gustan, y que en otros autores son consideradas poco serias o fuera de moda: entre ellas están una enorme imaginación, un gran afecto por la literatura, y mucho entusiasmo por jugar dentro de sus narraciones (con el lenguaje, con la estructura narrativa, con el humor). En mi opinión, Cărtărescu es uno de los grandes escritores de nuestro tiempo. No se lo pierdan.
La película del mes
Esta es una película muy hermosa: El Gran Hotel Budapest (The Grand Budapest Hotel, 2014) de Wes Anderson. Parece de época, pues está ambientada en algún lugar de Europa durante varios periodos del siglo XX, pero no es histórica. Todos los nombres de lugares, todos los personajes y sucesos, son inventados. Anderson se inspira en novelas del escritor austriaco Stefan Zweig (1881-1942), quien vivió y escribió en el periodo entre las dos guerras mundiales y se suicidó en Brasil, junto con su esposa, temeroso de que el régimen nazi fuera realmente a conquistar el mundo. Zubrovka, el país inventado de El Gran Hotel Budapest, está siendo invadido por un ejército semejante al de la Alemania de Hitler; sobre ese fondo, la película cuenta una comedia con varias intrigas policíacas, una historia de amor y una sensación agridulce de melancolía. La música, de Alexandre Desplat, recibió un premio Oscar.
No me acuerdo en qué documental fue, pero sí recuerdo que hablaba de películas imaginativas, raras y controversiales, con unas migajitas de muestra de lo que nos estábamos perdiendo. De entre todas las que mencionaba, me llamó especialmente la atención Valeria y la semana de maravillas. Por lo que se decía en el documental, inferí que estaba basada en un libro. En ese momento, escribí el título de la peli en un post-it y lo puse en el borde de mi escritorio, que es lo que hago siempre que algo llama mi atención pero tengo que dejarlo para después. Mi intención era googlear el título y obtener más datos de la película, quizá hasta conseguirla, pero la nota adhesiva se quedó ahí por meses. Muchos meses. Y como suele pasar con las cosas que se quedan mucho tiempo en un solo lugar, se empezó a mimetizar con los otros post-its y el resto de las cosas que se hacinan en mi escritorio, hasta que se volvió invisible para mí.
Hasta hoy, a la hora del desayuno. Alberto y yo tomábamos café, los gatitos dormían. Mi teléfono se había quedado en la recámara, así que en vez del usual escroleo en redes, estiré la mano al librero, para ver qué me encontraba entre los libros que no tienen todavía un sitio en los estantes y que, en lo que lo consiguen, se encuentran apilados en el borde de las repisas. Generalmente, atrás de mi lugar en el comedor, están los libros que ha traído Alberto de sus viajes (los que he traído yo suelen apilarse en mi estudio; los que nos mandan o regalan están en una repisa detrás del sillón). Así que, como decía, tomé un libro de la pila más cercana a mi lugar. Lo elegí por su diseño negro y rojo (sí, un motivo muy poco intelectual, lo sé). Y qué sorpresa me llevé al ver el título: Valérie y la semana de los prodigios, Novela gótica (el autor es Vitezslav Nezval, está traducida al castellano por Alejandro Hermida de Blas y publicada por El Olivo Azul). Me levanté de la mesa para buscar en mi estudio aquel viejo postit. Se lo enseñé a Alberto, con el libro en la otra mano, sorprendida. Le conté de las ganas medio olvidadas de acercarme a esa historia y ni siquiera le pregunté de dónde sacó el ejemplar (la editorial es española pero en la contraportada hay una etiqueta con un precio: 315. Supongo que son pesos mexicanos. Muchos pesos mexicanos, auch).
Ya empecé a leerlo. Apenas voy en la página 25, así que es muy pronto para establecer un juicio tajante, pero sí puedo decir que, hasta donde voy, es una historia enigmática, rara, que me hace pensar en el estado mental que tiene una cuando le ataca la fiebre durante el sueño. Es decir, va muy bien. Y el modo en que llegó a mis manos, ¿no es mágico? Es decir, si yo le hubiera dicho a Alberto “oye, estoy buscando una peli que se llama así” y él se hubiera encontrado el libro y me hubiera mandado un mensaje de “mira, encontré esto: ¿tendrá que ver con la peli que me decías?” y me lo hubiera comprado… sí, habría sido lindo, pero me gusta mucho más el modo en que sucedieron las cosas. (Ahora pienso: ¿y si no fue Alberto quien trajo el ejemplar? ¿y si llegó solo, o lo trajo Pulgas de alguno de sus paseos? Estoy segura de que algunas noches Pulgas se escapa volando por la ventana para ir a visitar a los cacomixtles que viven por aquí…)
En 2012 publiqué un libro de cuentos titulado El último explorador. Es una parte de las aventuras de Horacio Kustos, un personaje que inventé a comienzos de este siglo y que ha aparecido en varios de mis libros. Las historias son breves, muy extrañas y, según yo, con mucho humor, que quise mostrar no solamente en qué se cuenta sino en cómo. Así, uno de los cuentos está redactado en prosa medida, para que suene como un poema; otro tiene notas al pie donde los personajes van comentando la historia, y así por el estilo.
El mes pasado, de forma inesperada, me avisaron que se haría una edición en audiolibro de El último explorador. Dediqué un fin de semana a revisar el libro. Se siente muy extraño releer un texto terminado, «dado a la imprenta» hace tanto tiempo, pero era necesario hacer algunos cambios. Algunos eran obvios, como quitar alguna referencia hecha a “posibles lectores” y poner en cambio “posibles escuchas”. Otros eran más arduos y tenían que ver con los juegos que mencioné anteriormente. Por ejemplo, en los audiolibros no suelen leerse las notas a pie de página, pero las que yo puse eran necesarias para entender varios detalles importantes del cuento en el que aparecen. La solución que encontré fue insertar varias de ellas dentro del texto principal, modificándolo, y descartar el resto.
Hasta aquí todo era revisar la superficie del libro, por así decirlo. El acabado. Luego, la situación se volvió aún más complicada, porque encontré problemas más profundos, relacionados con el planteamiento de varios de los cuentos. Sobre todo, me molestó que ciertos pasajes daban la impresión de decir menos de lo necesario: no ofrecían información suficiente, no la decían con énfasis, eran demasiado breves o demasiado apresurados. Esto último, sobre todo, me resulta penoso de admitir. El último explorador se formó a partir de cuentos que se fueron publicando a lo largo de años, pero los los que menos me gustaron al releerlos eran siempre los redactados más a la carrera, los que menos tiempo tuve para revisar. En aquel tiempo no había tenido otra opción: si me hubieran ofrecido otro año para revisar lo habría aceptado sin dudarlo, pero eso no sucede en la vida real.
Me pasé un rato largo pensando si debía atreverme a revisar todo el libro a fondo. Cuando se tiene un libro inédito, siempre existe la tentación de volver a revisarlo todo «una sola vez más», y es peligrosa, porque nos pone en riesgo de no terminar jamás. ¿Qué pasa cuando el libro ya está publicado, cuando hay lectores que lo conocen en la forma que ya no nos gusta?
El historietista Eddie Campbell –nada menos que el ilustrador de From Hell, la gran recreación de la Inglaterra victoriana escrita por Alan Moore– publicó un libro de memorias acerca de la creación de esa novela gráfica: se llama The From Hell Companion, y en él se revela que a Campbell ya no le gusta lo que hizo. From Hell será un clásico y una obra maestra para otros, pero Campbell mismo la encuentra deficiente de muchas formas porque… debió hacerla con prisas, sin tener la eternidad para sopesar cada decisión y cada detalle. Peor, la obra ya existe. Ya está en el mundo y es parte de la vida de quien la hizo. «Podría tratar de hacerla toda de nuevo, pero me rompería el corazón», concluye Campbell.
Y sí. Pedimos más tiempo para hacer nuestros primeros borradores, y en un mundo mejor lo tendríamos, pero ninguna vida sería suficiente para corregir y corregir hasta la perfección (que además no es absoluta, no existe). Y buscar esa perfección, de todas formas, es inútil.
¿Qué hice entonces? Me puse a revisar a fondo las partes que, según pensé, más lo necesitaban, además de hacer las adaptaciones necesarias. Acabé y creo que el libro quedó un poco mejor. Tal vez algún día se reedite en papel con esas mejoras.
Y luego publiqué en mi sitio una primera versión de esta nota… y me salió tan mal que (me dijo un lector) daba la impresión de que no me gusta corregir mi trabajo. La borré e hice la presente versión, sólo para este boletín. Ay.
Y el gato del mes es…
…¡uno que no es nuestro! Dos, en realidad, vecinos de la unidad habitacional en la que vivimos. ¿No están monísimos?
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¡Muchas gracias y hasta pronto!
—Alberto y Raquel
Me encanta este formato de boletín. Gracias por compartir tantas cosas interesantes.
Debo confesar que soy su fan, pero no he tenido el agrado de leer algunos de sus libros, cuando leí que venían a la feria del libro de Monterrey sonreí, me alegré :) por fin los podré conocer en persona.
Estoy en un momento de mi vida en si estudiar Letras hispánicas tengo 27 años y me da miedo por varias razones 🤭 pero bueno equis (como dice la juventud de ahora).
Saludos ❤