¡Hola!
(¿Cómo están? Nosotros, algo vapuleados pero bien.)
Les saludamos una vez más desde el servicio Substack, al que mudamos nuestro boletín de correo electrónico hace unos meses. Lo hicimos porque seguían llegando nuevas suscripciones y ya no cabían más en el servicio anterior. ¡Muchas gracias por animarse a acompañarnos!
Como les dijimos en otro momento, cuando vimos que esta plataforma es mitad blog y mitad lista de correo, decidimos hacer publicaciones adicionales a este boletín. Empezamos a hacerlo…, y entonces tuvimos un periodo bastante malo, con varias dificultades de salud (entre otras). Por un tiempo hemos publicado de manera errática, y nos disculpamos por ello.
Queremos recobrar el ritmo, y nuestros planes aquí vuelven a ser:
Este boletín, que seguirá apareciendo el último viernes de cada mes, siempre gratis.
Ejercicios de escritura creativa de Alberto: aparecerán cada lunes, con un ejercicio gratuito y los demás de paga.
Artículos de Alberto y de Raquel: textos que estamos recuperando de nuestros archivos, para darlos a conocer un poco más. Estos aparecerán más o menos cada quince días e irán variando (es decir, algunos serán de paga y otros no).
Lecturas en voz alta: textos para escuchar, de diferentes autores, leídos por Alberto o Raquel. Estas aparecerán más o menos cada quince días también y serán gratuitos.
¿Qué les parece? Si tienen cualquier pregunta o comentario acerca de lo que estamos enviando a sus buzones, por favor no dejen de escribirnos. Pueden hacerlo en cualquiera de nuestras redes sociales, en la aplicación de Substack o respondiendo a este correo.
Y, por cierto, un agradecimiento a todas las personas que se han apuntado como suscriptores de paga. Su apoyo y su confianza son muy valiosos para nosotros.
Este mes en YouTube
Los programas en vivo que tenemos planeados para el resto de este mes de diciembre son los siguientes:
12 de diciembre: Propósitos de lectura para 2024
19 de diciembre: Lectura especial navideña: Canción de Navidad de Charles Dickens
26 de diciembre: 100 años de Italo Calvino
Las direcciones particulares de cada video aparecerán también en nuestras redes, más cerca de la fecha de cada transmisión. Si nos ayudan compartiendo alguna que les interese, les quedaremos muy agradecidos.
Algo más por venir
Alberto tiene abierto un curso de escritura y va a abrir, muy pronto, un taller. Rápidamente les contamos de qué se tratan:
El curso será en vivo, del 15 al 28 de enero de 2024: una residencia intensiva dentro de Under The Volcano, que es un grupo que ofrece cursos en español e inglés una vez al año en Tepoztlán, Morelos. Quedan uno o dos lugares para el grupo de Alberto, que está pensado para revisar proyectos de narrativa en español. En esta página se pueden ver más detalles.
El taller, por otra parte, será en línea, y lo estamos organizando directamente nosotros. Tendrá lugar de febrero a junio de 2024, con una sesión cada semana, y sólo nos falta precisar el día más apropiado. Para eso tenemos una encuesta aquí. ¿Nos ayudan indicando su día preferido? Muchas gracias anticipadas, y estén pendientes de todos los detalles de este taller para nuestro próximo boletín. (Ah, y pronto anunciaremos otro taller en línea similar, impartido por Raquel.)
Qué estamos leyendo
Raquel — Conocí el trabajo de Christine Nöstlinger gracias a mi tía Estela, que me regaló Querida Susi, querido Paul como parte de un paquetito de libros de SM cuando, por edad, yo ya no era “target” para la colección El Barco de Vapor. No me importó entonces y no me importó tampoco el mes pasado, cuando encontré La verdadera Susi en la cafetería Fiel a la Tierra. Lo compré y me lo leí recién camino a la FIL Guadalajara. De regreso de la FIL leí Diario secreto de Susi. Diario secreto de Paul, y ahora estoy con Mi papá quiere casarse con tu mamá, que viene a ser el primer libro que le leo a esta autora que no tiene que ver con mis queridos Susi y Paul. La historia va de un chico que vive con su padre divorciado y que, pese al caos en que están sus vidas, se siente a gusto… hasta que el papá le pide que se haga amigo de la hija de una compañera de trabajo que, claro, es más que una simple compañera de trabajo. Nöstlinger es una genia para darle la vuelta a los clichés y sorprender a sus lectores con personajes frescos y sorprendentes y yo la disfruto un montón..
Alberto — Estoy leyendo A City on Mars. Can We Settle Space, Should We Settle Space, and Have We Really Though This Through?, de Kelly y Zach Weinersmith. Este libro es al mismo tiempo un ensayo y un texto de divulgación acerca de la "colonización" del espacio, que es un concepto familiar por una cantidad enorme de historias de ciencia ficción. Actualmente hay cierto número de personas que creen en la colonización y explotación de otros mundos del Sistema Solar como algo no sólo posible sino ya cercano, y además necesario. El libro de los Weinersmith examina las fantasías actuales acerca de cómo mantener la vida humana fuera de la Tierra y las desmonta con una investigación rigurosa y mucho humor. El libro es muy pertinente si consideramos la fijación de varios de los hombres más ricos del mundo actual con dejar la Tierra (y dejarnos a los demás en ella) en caso de ocurrir una catástrofe. Volveré a este tema más adelante en el boletín.
La película del mes
Ya les hemos hablado de esta película, pero no podíamos dejar pasar la ocasión de volver a mencionarla. Aquí en su pobre casa, este ha sido (entre otras cosas) el año de Confesiones de Carlos Carrera, el director de La mujer de Benjamín, El crimen del padre Amaro y muchas más. El guión fue escrito por Alberto como adaptación de una película ya existente: Bajo la rosa, del director español Samuel Ramos. Ahora les podemos contar un pequeño secreto: que la compañía productora, Alameda Films, buscó a Alberto para invitarlo a realizar ese proyecto, y los productores dijeron la razón: que les habían gustado mucho los diálogos de 7:19, el otro largometraje en el que Alberto ha participado. Así que la película tiene no sólo una trama tensa de thriller, con varias vueltas de tuerca y revelaciones sorpresivas, sino también ciertos detalles en el habla de sus personajes, ciertos momentos de ironía y hasta de humor, aquí y allá. Si ya la ha visto, ya saben a qué nos referimos. Y si no, la película todavía está circulando por varias ciudades de México, y más pronto que tarde estará disponible en plataformas de streaming.
A mí me encanta dar regalos. De todo tipo: regalos de broma, regalos en serio, regalos sorpresa, regalos útiles, inútiles, hechos a mano, comprados… lo único que procuro siempre que doy uno es que sea un regalo significativo de algún modo; es decir, que parezca gritar “pensé en ti”.
No siempre es posible dar detalles así. Por ejemplo, cuando vas al cumpleaños de alguien a quien apenas conoces. O cuando participas en un intercambio en el que se repartirán los destinatarios en el momento de la acción. Esto último es muy frecuente en estas fechas y suele llevar grados adicionales de dificultad: ciertos límites en cuanto al precio del regalo, una precisión acerca del tipo de obsequio que puede ser o un amplio rango de edades e intereses entre los asistentes a la dinámica del “dar-y-recibir”. En situaciones así, mi opción suele ser algún libro de Gianni Rodari, que lo mismo fascina a los niños y niñas para quienes fue escrito que a adolescentes y personas adultas. Cuentos para jugar, Cuentos escritos a máquina y Cuentos por teléfono son mis grandes favoritos para una situación así.
Pero hay que variar de vez en cuando, sobre todo si uno va a intercambios en los que participan las mismas personas de años previos. Y siempre es útil recibir consejos de otros, lo que nos ayuda a ensanchar nuestro panorama. Pensando en eso y en que ésta es una de las temporadas en que más intercambios de regalos me tocan (y asumo que no soy la única), pedí ideas de regalos en mi pared de Facebook. Les comparto algunas de las ideas que más me gustaron:
• Libros: álbumes ilustrados, recopilaciones de tiras cómicas, una novela gráfica clasificación A, colecciones de cuentos de hadas, cuadernos para colorear.
• Juguetes: Juegos de mesa / habilidad, rompecabezas, peluches.
• Papelería: un estuche de colores de madera o plumones, libretas, planillas lindas de estampitas, un diario, un juego de hojas y sobres para cartas.
• Moda: Un juego de bufanda, guantes y gorro (o alguna de las tres cosas), unos calcetines bonitos, un llavero original
• Cuidado personal: un juego de protectores labiales de sabores (sin color), un gel antibacterial personal original, un kit de viaje, bonito, de cepillo y pasta de dientes, un set portátil de shampoo, jabón y crema.
• Organización: Una agenda o calendario de pared, un block de listas de pendientes, un estuche lindo para lápices, un porta audífonos.
• Comida: Chocolates, gomitas, mermeladas artesanales, kit de galletas y algo rico para untar.
Con base en lo anterior, se me ocurre que uno podría ir a una tienda de chucherías (hay algunas muy de moda) y, de acuerdo con el presupuesto, armar un regalo muy especial que podría llevar, como base:
• Una mochila “unisex”
• Un libro de colorear
• Un estuche de lápices de colores
• Un gel antibacterial
• Un juego de plumas de gel
• Un montón de chocolates mini
• Una baraja tipo UNO
La mochila se puede usar como envoltura, nada más con un moño (que puede hacerse con una pashmina, por ejemplo), y se puede agregar o quitar elementos de acuerdo con el presupuesto del intercambio o de la persona. ¿Cómo les suena?
Por cierto: muchas personas sugirieron de plano dinero o tarjetas electrónicas (canjeables por productos o servicios), pero a mí eso no me convence del todo: el dinero se me hace muy impersonal y aburrido; mientras que con las tarjetas se corre el riesgo de que la persona no sepa como usarlas o no sean de su interés, excepto casos bien específicos (mi favorita: una suscripción por tres meses a Storytel).
Y bueno, aprovecho para agradecer a las personas que participaron en la encuesta (pueden ver todas las respuestas en esta página de Facebook) y para desearles a todes muy felices fiestas. 😊
¿Recuerdan que dije que iba a decir algo más acerca del tema de los seres humanos en el espacio?
Tengo que confesar (ejem) una cosa: de niño yo quería ser astronauta.
Fui niño hace mucho, naturalmente. En una época en la cual estaban aún muy presentes las primeras misiones humanas alrededor de la Tierra y el alunizaje de la nave Apolo 11, el 20 de julio de 1969. Quiero decir que la astronáutica era una ilusión compartida por millones de personas en todo el mundo. Historias en la prensa, libros y películas como 2001: odisea del espacio de Stanley Kubrick (que sigue siendo de mis dos o tres favoritas de toda la vida) habían fijado en la cultura de la época muchas imágenes que aprendimos a asociar a un futuro mejor que iba a llegar: que tal vez estaría en el mundo para el año 2001, de hecho.
Las cosas son muy distintas en 2023. Ahora hay quienes creen en la superstición de que nunca ha habido viajes a la Luna, y esa creencia (como otras fantasías paranoicas de esta época) llega a veces a ser tan fuerte como una fe religiosa. La profesión soñada más popular entre niñas y niños de hoy es ser influencer. Y la idea de establecer colonias humanas en el espacio –sea en Marte o la Luna, o en estaciones espaciales en órbita– tiene un tinte mucho menos idealista que antes. Ahora se ve más claramente que la idea misma de colonización tiene una larga historia en la que abundan casos de abuso, violencia y explotación.
Así que tengo sentimientos encontrados. Arthur C. Clarke, el novelista inglés que escribió el guión de 2001 junto con Kubrick a partir de su cuento “El centinela”, escribió también una novelización de ese guión y en ella dice, palabras más o menos, que la exploración del espacio es una actividad “tanto o más emocionante que la guerra”, y que por eso podría traer la paz a la especie humana. Semejante optimismo me parecía alentador. Ahora ya no estoy tan seguro, y además me parece que el dinero que se gasta en tantos cohetes y máquinas guiadas por un futuro idealizado podría gastarse en el presente: en personas de este mundo que están sufriendo ahora.
Mientras eso ocurre, o no, sólo me queda desear que podamos gastar lo que sí tenemos en ese presente. Aunque solamente sea nuestro esfuerzo, nuestra presencia, nuestra proverbial buena voluntad.
Y el gato del mes es…
¡Pulgas! Pero no quiso bajar a esta parte del boletín, así que les dejamos otro gatito, más despierto y más en plan decembrino.
¿Les gusta este formato del boletín? ¿Les han gustado nuestras otras publicaciones en esta plataforma? Recuerden que pueden enviarnos un mensaje de correo electrónico o encontrarnos en nuestras redes.
Y… ¿le podrían enviar este mensaje a alguna persona a la que pudiera gustarle? Le pueden decir que se puede suscribir también a nuestro boletín usando el botón al pie de este mensaje.
¡Muchas gracias, felices fiestas y hasta pronto!
—Alberto y Raquel
Hola
Me gustó el boletín y se les agradece.
Me gustaría leerles con mas tiempo, y alcanzar a hacer los ejercicios.
Les conocí en Santiago de Chile.
Muchos saludos y felices fiestas